«Enamórate de tu trabajo, así no tendrás que trabajar ningún solo día de tu vida». Ciertas palabras de Confucio que nos llevan a reflexionar. En el trabajo pasamos gran parte de las horas activas diarias. Claramente vale la pena sentirnos a gusto todas esas horas que invertimos en nuestra parte profesional.

El amor al trabajo o tu profesión no dista mucho del amor en las relaciones de pareja. Ninguna pareja puede sobrevivir si no se cuida lo suficiente de la relación o si no se enfrentan y solucionan las dificultades a tiempo. De la misma forma funciona el sentimiento de afecto hacia el trabajo que realizamos. Es posible que aunque siempre te hayas sentido satisfecho con tu trabajo llegue un momento en que pierdas la motivación y hasta el norte de lo que estás haciendo en tu parte profesional.

En primer lugar, no debes asustarte porque es una situación muy natural. A veces podemos estar cansados de algunos aspectos del trabajo y no por ello es que estemos desencantados con lo que hacemos. La rutina o la ausencia de nuevos retos pueden llevarte a no sentirte del todo conforme, así que no te paralices, lo mejor es hacer algo para combatirlo, no esperes a que la situación sea insostenible para actuar. Analiza cuáles son los aspectos que te molestan y elabora un plan de acción.

Partiendo del punto que el trabajo no es solo el medio que nos permite mantener la economía y el sustento propios, sino que también es una parte importante de nuestra vida, debido al tiempo que le dedicamos, queremos compartir algunos consejos para mejorar tu relación laboral:

Enamórate de tu trabajo, simple y sencillamente.

Ama lo que haces, pues es el lugar en donde desarrollas tu potencial, tus capacidades;  donde aprendes cosas nuevas y las pones en práctica. Es el lugar en donde se te plantean nuevos desafíos que nunca pensaste que eras capaz de realizar. Sobretodo crecer y madurar profesionalmente y como persona.

Abandona tu «zona de confort»

Si estás en ese trabajo que odias porque paga las cuentas, así  nunca encontrarás tu verdadera pasión. Haz un plan a corto plazo para salirte de ese lugar y dedícate a buscar lo que amas. Te sorprenderás al saber que puedes llegar a ejercer en un campo que nunca imaginaste o a hacer algo que esté fuera de tu comodidad. Pero de eso se trata la vida, de aprender.

Busca lo que verdaderamente te encanta y te apasiona.

La pasión por lo que haces debe moverte a tomar desafíos que nunca imaginaste considerar. No existe una fórmula mágica para buscar tu pasión, tienes que descubrirla a medida avanzas en tu camino laboral. Empieza a partir de que te conozcas bien, tu personalidad, que es lo que te gusta hacer y desagrada. Haz una lista de tus virtudes y cualidades, o en qué eres buen@.

Emprende tu propio negocio.

Ningún trabajo valdrá más la pena que ser tu propio jefe. Si de esa lista que haz hecho, sacaste algo que puedes hacer o fabricar para poner un negocio ¡ponlo en práctica! nuestros países necesitan gente que los saque adelante y les de renombre por algo positivo. Emprender no es tarea difícil, solo conlleva un buen business plan y su ejecución posterior.

En todo caso, cualquiera de los consejos que decidas poner en práctica, recuerda que eres tú el único que puede ayudarte. Reconocer cuales son las causas del problema es una forma de guiar las soluciones a adoptar. Es posible trabajar en el campo que te gusta, al menos vale la pena hacer el mejor de los intentos para lograrlo, la satisfacción profesional es un estado de autorrealización increíble.

Enamórate de tu trabajo. Si no, busca aquel que si vas a amar y en el cual te sentirás completo, tanto personal como profesionalmente.

 

por Alejandro Samayoa| Febrero 29, 2024

 

 

 

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