¿Para qué ha servido todo este tiempo de pandemia?

Cada quien se ha vivido esta pandemia desde quien es, aprendiendo a gestionar la incertidumbre, reconociendo fortalezas, virtudes y oportunidades de mejora.

La pandemia del coronavirus ha revolucionado por completo el mundo empresarial. Además de un cambio en los hábitos y lugares de trabajo, surgen nuevos retos y dificultades a los que las empresas deben enfrentarse. Y, para ello, se requieren nuevas estrategias y enfoques, nuevos perfiles profesionales más completos si cabe, en los que la inteligencia emocional va a jugar un papel clave.

Las empresas apostarán por profesionales más capacitados y formados para ayudarlas a afrontar esta nueva era post COVID. Profesionales más creativos y con alta capacidad de análisis y habilidades digitales, pero también más inteligentes emocionalmente, con dotes de liderazgo positivo y de trabajo en equipo. Y aquí es donde el coaching juega un papel clave como herramienta de desarrollo tanto personal como profesional. Un proceso de acompañamiento que completa la formación del profesional, ayudándole a trabajar y mejorar ciertas capacidades o habilidades y haciéndole crecer como persona y profesional, con un enfoque positivo de la vida.

El coaching puede ayudar a conseguir o mejorar las nuevas habilidades que demandan las empresas, más allá de formación y educación, y de las capacitaciones y conocimientos profesionales:

  1. Resilencia

Llamamos resilencia a la cualidad que tiene el ser humano de sobreponerse a las situaciones de adversidad sin perder su capacidad para ser feliz. Afrontar los problemas o las dificultades es especialmente complicado en situaciones concretas, como puede ser una pandemia. Un proceso de coaching nos ayuda a entrenarnos en este sentido, y mejorar nuestra capacidad para hacer frente a las adversidades, a convertirnos en personas más resilentes, también en el terreno profesional.

Exponernos a situaciones realmente complicadas en nuestro entorno laboral,  pueden llegar a generar mucho estrés y ansiedad. Aumentar nuestra capacidad de resilencia nos ayudará a controlar esas situaciones límite, a no hundirnos ante un problema grave y poner nuestro foco en buscar soluciones, siempre con una actitud positiva.

  1. Positivos y proactivos

Las empresas demandan un profesional más positivo, capaz de gestionar y controlar sus emociones y de tomar perspectiva de las posibles dificultades y conflictos que puedan surgir en el entorno laboral, aumentando su capacidad para superar barreras frente a posibles cambios con autoestima, autoconocimiento, independencia, empatía.

El coaching proporciona las herramientas y técnicas necesarias para ayudarnos a mejorar nuestra gestión emocional ante situaciones de estrés (ya sea por cambios organizativos, estratégicos, transformación digital o conflictos que se generan en el día a día laboral), y nos permite lograr una actitud personal y profesional más positiva y eficaz, que lleva a mejores resultados.

  1. Liderazgo

La figura del líder tradicional deja paso al ‘líder constructivo’ o ‘líder coach’, con facilidad para manejar las relaciones interpersonales en el entorno laboral, de motivar al equipo, de fomentar la creatividad y el talento individual, de aprovechar y creer en las fortalezas de sus colaboradores. Se trata de un estilo de dirección diferente al tradicional, que se conoce como liderazgo constructivo. Y para abordar este proceso de reconversión de sus líderes, las empresas necesitan de las herramientas y técnicas que proporciona el coaching ejecutivo, cuyo objetivo principal se centra en lograr un cambio sostenido en el comportamiento de un ejecutivo, ya sea para la mejora de su rendimiento y/o mejora de su ambiente laboral.

  1. Asertivos y mejores comunicadores

Otra de las habilidades fundamentales que se necesitan para desarrollar un buen liderazgo es la comunicación. Hoy las empresas demandan profesionales con capacidad para comunicarse de forma asertiva, con una mayor habilidad a la hora de expresar sus ideas, opiniones y emociones de manera firme y clara, en el momento justo y a la persona indicada. Y, al mismo tiempo, a este nuevo modelo de líder/directivo se le pide que domine la escucha activa, la clave de una buena comunicación (tanto a nivel personal como profesional).

El coaching llegó para quedarse, porque es un espacio dedicado para conversar en confianza y sin juicios de aquello que realmente nos importa y mirar nuevas formas que nos faciliten alcanzar y lograr lo que tanto deseamos.

 

por Alejandro Samayoa| Julio 31, 2022 

 

 

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